lunes, 3 de mayo de 2010

Del revés


Una vez más, el cielo se ha inundado con su propia lluvia...

Nieva hacia arriba.

El cielo brilla desde atrás, pero aun así duele demasiado.

Las calles están vacías, ya no hay trineos, ni niños disfrutando de los últimos montones de invierno.

Están repartiendo piruletas y pastelitos, pero ellos siguen sin salir. Yo les comprendo, las piruletas heladas perdieron su sabor hace ya mucho. Ya no pueden engañarles, bien por ellos.

Aunque esto se vea poco, un día no muy lejano, amanecerá de noche y la luna brillará de día. Es hermoso, yo lo he visto, pero no es real, por eso no pude sentirlo.

Los cristales ya no reflejan la realidad, sea lo que fuese eso, ya se terminó, y jamás volverá.
Es por eso que esta es una nueva vida, de gozos y sonrisas albinas. Un mundo nuevo que está pero que no existe. Un lienzo sin pintar y ya terminado.

Jugo de manzana = agrio.

No.

Jugo de naranja = agrio.

Cuando algo comienza recto, termina del revés. Por eso hay que dejar que el mar nade en los peces. Yo un día se lo permití, y logré escapar. Pero uno nunca escapa para siempre, pues vuelve y vuelve y vuelve y no deja de volver.
Aunque lo único que hay que hacer, es dejar que se canse.

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