La vela que mantenía la casa iluminada con una ténue luz, se apagó derrepente. La habitación estaba oscura y había un frío casi inhumano, todo estaba tan silencioso que se apreciaba el crujir de las tablas de la antigua estancia. Sabía lo que vendría a continuación. Acto seguido se escucharon unos ruidos procedentes del sótano, para él, fue como el aviso de la siguiente inexistencia; pero no se sorprendió, pues lo estaba esperando, su precio a pagar por el bien, y que estaba por encima del mal.
Una sombra esbelta y delicada se alzaba delante suyo.
Lo último que pudo sentir fue el golpe de su cuerpo inerte contra el suelo y el sopor en el que se adentraba poco a poco. A modo de despedida, exhaló su última bocanada de aire.
1 comentario:
Hola wapa!
sabes k me encanta tus ralatos y k me e leido todos un monton de veces pro este tiene algo...es super chulo y sigue cn tu libro ok? k tngo ganas d seguir leyendolo :D
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