martes, 10 de marzo de 2009

Hija de la luna (The first witch II)


Lunnaen tenía ya 19 años. Era una joven bellísima y de curvas perfectas; sus cabellos ondulados le tapaban una parte de sus pechos y caían por su espalda como una cascada. Solía vestir un vestido azul y se envolvía en una capa blanca con capucha, no le gustaba mostrarse en público, llamaba demasiado la atención y vete a saber cuales serían las consecuencias si los habitantes le viesen.

Asi que ese día tomó una decisión; cogió su bolsa de viaje, se despidió de su madre y empezó a caminar refugiándose en las disimuladas sombras del bosque, hacia ningún lugar como destino final.

Se detuvo en la orilla del río que atravesaba el bosque, pues hacía rato que escuchaba pasos a su espalda, pero en un principio no le dió importancia. A l girarse para ver qué le seguía, pudo ver maravillada un hermoso corcel blanco que le observaba.
Lunnaen sonrió y se acercó a él, lo acarició y se subió a su lomo.

- Haremos este viaje juntos, así no estaré tan sola.

Llevaban una semana caminando cuando se detuvieron a dormir y comer. Siempre recorrían los más oscuros senderos, ocultos del resto del mundo.

Un día, encontraron una cueva al pie de las montañas y Lunnaen decidió asentar allí su nuevo hogar, aunque fuera por un tiempo. Más tarde bajó al río junto con su corcel para asearse después de un largo viaje. Allí vió a un niño, pero estaba herido. Para sanar sus heridas decidió utilizar sus poderes ya que no había nadie por los alrededores. El niño se sobresaltó al ver lo que la extraña de blanco acababa de hacer y salió corriendo.

Al cabo de unas horas, Lunnaen regresó a su nuevo "hogar", pero intuyó peligro, de modo que en vez de ir por el sendero, ordenó a su caballo adentrarse e ir avanzando entre los espesos árboles y arbustos de modo que quedasen ocultos.

Cuando estuvieron cerca de la cueva vió con horror como había unos cien aldeanos con antorchas y hachas quemando y destrozando todo en busca de la extraña dama blanca para acabar con ella, pues no era muy buen presagio que anduviese por ahí una mujer con poderes ocultándose en el bosque.

Después de aquello Lunnaen decidió irse lo más lejos que uno puede imajinar, a un lugar inhabitado para no tener que ocultarse de nadie, y vivir en paz.

1 comentario:

Rafa =) dijo...

hala, que malotes los aldeanos, no?
supongo que siempre se intenta destruir a aquello que es especial...

(refugio y presagio, irantzu, refugio y presagio ;D)